Con sabor peculiar y muy deliciosa, la mortadela de Bologna es bastante conocida desde la antigüedad y se cataloga como el embutido más popular de la tradición culinaria boloñesa.
Sus raíces se remontan al siglo XVI por lo que ya se puede observar que es un embutido con mucha tradición.
¿Qué es la mortadela de Bologna?
Es una carne de cerdo curada cocida de Bologna, sin embargo, también es muy conocida en otros paises.
Este delicioso embutido solo esta hecho de carne de cerdo 100% de alta calidad. Al menos ha sido así desde 1661, cuando en esa época se negó el uso de cualquier otra carne, excepto la de cerdo.
¿Qué saber de la mortadela de Bologna?
Esta mortadela tiene algunos «primos» en Italia. Al norte de Roma encontramos la mortadela de Amatrice, la cual se elabora con diversas especias. También encontramos otra como la mortadela di Prato en Toscana, la cual se condimenta con ajo y se utiliza licor Alchermes para su preparación.
En la actualidad la mortadela de Bologna se condimenta con pimienta, pistachos, aceitunas y bayas de mirto. No obstante, al momento de que se origino hace unos 500 años, la pimienta no se encontraba disponible en los mercados europeos.
Por otro lado, en Roma condimentaron el embutido con bayas de mirto, de ahí proviene el nombre del «farcimen mirtatum romano» (que quiere decir salchicha de mirto).
Características de la mortadela de Bologna
Entre las caracteristicas principales de la mortadela Bologna tenemos:
- Elaborado íntegramente con carne de cerdo,
- Posee forma cilíndrica u ovalada
- Es de color rosa,
- Su olor es fuerte
- Es ligeramente especiado.
¿Cómo se prepara la mortadela de Bologna?
Para la preparación primero se debe seleccionar la carne y molerla cuidadosamente.
Luego se elaboran diminutos cubos de grasa, lo cual le dan el dulzor característico a esta carne. La mezcla se forma en salchichas y se cuece por varias horas, incluso días en caso de que sean mortadelas más grandes. Esta se conoce como la etapa más delicada, ya que le da a la mortadela peculiar olor y ternura típica.
Para el proceso se usa hornos especiales de aire seco, con tiempos de cocción que pueden variar desde unas pocas horas hasta incluso un día entero.
Luego el producto embutido se rocía con agua fría y se coloca en un refrigerado.
Sabor de la mortadela de Bologna
Contiene un sabor pleno y equilibrado debido a los trozos de grasa que encontramos en el embutido. Una vez picada, la superficie quedara completamente lisa con un color rosa brillante uniforme.
Olor de la mortadela de bologñesa
Su olor resulta tan caracteristicos y aromático que lo distinguirá de inmediato.
El olor típico de esta mortadela lo conseguimos por medio de la mezcla de la mejor elección de carne italiana y de especias que da como resultado una mezcla única y exclusiva.
Por eso, al momento de cortar la carne te sorprenderá su increíble aroma.
¿La mortadela de Bologna es buena para la salud?
Es muy común que al comer la mortadela no te sientas culpable. No obstante, no dejes que los cubos blancos de grasa de este embutido lo confundan, ya que, en su mayoría son grasas insaturadas similares a las del aceite de oliva.
Los niveles de colesterol que aporta este alimento son relativamente bajos, muy parecidos a los de una porción de pavo o pollo. Además, este manjar es bastante rico en proteínas y muy bajo en calorías, lo cual lo hace buena opción para las aquellas personas preocupadas por su salud.
¿Cómo servir?
Existen diversas opciones para servir la mortadela de Bologna. Puedes acompañar este alimento con un buen pan o incluso simplemente disfrutarla por si sola, picada en cubos pequeños o en rodajas finas.
Otra manera que puedes servir mortadela es volverla una mousse (espuma de mortadela) al mezclarla con un poco de queso tierno.
La mortadela Bologna se define como un producto muy versátil ya que puede ser desde un simple aperitivo o parte de un plato principal.
Es común ver platos donde se mezcla la mortadela con huevos y verduras para la preparación de la frittata.
Los lugareños tenían la tradición de colocar una rodaja de mortadela en una tigella. De este modo el manjar se derrite en la boca dejando un final bastante suave.
La mortadela la podemos servir de manera correcta con casi cualquier queso de pasta blanda, como la ricotta.